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33 pastillas de Gloria

        Palabras que se juntan entre sí y que producen lágrimas y sonrisas, desasosiego y alegría. Frases que se posan sobre tu boca, pero que suben hasta tu mente donde se encarga de sustraerles toda la verdad y el sentido.     

La poesía es la lengua universal, la de los sentimientos. Todos formamos parte de ella en algún momento. Sirve para entretenernos, pero también tiene una función didáctica. Nos muestra con palabras muchas de las sensaciones y de momentos que vivimos, nos abre las puertas del corazón de su escritor para que cada uno de nosotros sacamos aquella parte que más nos interesa. Es generosa, nunca nos pide nada a cambio. 

Existen muchos tipos de poesía, pero yo voy a hablar de la poesía callejera, aquella que te puedes encontrar a lo largo de tu día a día. Es una forma muy solidaria de mostrarnos toda la riqueza de este género literario, ya que es la manera más accesible de llegar a todos los ciudadanos. Puedes encontrarte poesía en un mural en la calle, en una pared, en un instituto... ya que todos los sitios anteriormente mencionados aportan significado. Un ejemplo es este:

 

Esta acción fue realizada en medio de la calle por Acción Poética, un fenómeno mural-poético que comenzó en Monterrey, México, y que con el paso de los años se ha ido extendiendo por todo el planeta. Este movimiento lo inició el poeta mexicano Armando Alanís Pulido, autor de más de 30 libros de poesía. 

En el aula virtual de mi clase de literatura universal ya había comentado acerca de la poesía en la calle, específicamente sobre este mensaje:   


Personalmente, a mí me parece un mensaje muy necesario y más ahora mismo con la situación que nos está tocando vivir. No es lo mismo decir que te sientes superada a decir que estás superhada, refiriéndote a que te notas con mucho poder y alegría. Como ya había dicho antes, el lugar donde está la poesía callejera aporta significado, y en este caso creo que se puso ahí con la intención de dar fuerza a todos los viandantes que recorren las calles de nuestro país, muchas veces cargados de cansancio. 

También me gustaría comentar sobre la poesía visual, que es aquella en la que la imagen o un objeto predominan sobre el resto de componentes. Un referente de este género en España es Chema Madoz, que fue galardonado con el Premio Nacional de Fotografía en el año 2000. He buscado algún poema visual suyo para comentarlo y el que más me ha llamado la atención fue este:


Cada uno puede encontrarle su propio significado, pero a mí personalmente me transmite esa idea de que todo tiene un final, de que hasta lo más necesario se acaba consumiendo. Puede tener distintas connotaciones, por ejemplo, el cambio climático o el consumo excesivo de fuentes no renovables.

Para finalizar voy a hablar y ejemplificar alguna de las figuras literarias existentes, las cuales enriquecen enormemente el valor de los poemas. Para ello voy a tomar como ejemplo un poema de Lope de Vega de 1609:

                                                Desmayarse, atreverse, estar furioso,

                                                áspero, tierno, liberal, esquivo,

                                                alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;

 

huir el rostro al claro desengaño,

beber veneno por licor suave,

olvidar el provecho, amar el daño;

 

creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño;

esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Como se puede comprobar, Lope de Vega utiliza una gran variedad de antónimos a lo largo de este poema, es decir, utiliza antítesis, que significa relacionar dos palabras que se oponen entre sí. A mí me parece que de esta forma consigue llamar más la atención del lector e incluso apelar a sus sentimientos. Por ejemplo, cuando dice amar el daño creo que de alguna manera expresa esa sensación tan humana en la que disfrutamos de lo prohibido y dañino.

Otra figura literaria que también me gustaría destacar es la hipérbole, por lo que voy a tomar una estrofa de un poema de Miguel Hernández:

Tanto dolor se agrupa en mi costado,

que por doler me duele hasta mi aliento. 

Esta es una clara exageración del sufrimiento que puede llegar a sentir una persona, pero resulta muy útil para hacernos una idea de la intensidad de dicha emoción. Creo que las hipérboles, es decir, las exageraciones desmesuradas de las cualidades o acciones son también parte de nuestra vida cotidiana, ya que tendemos a dramatizar nuestras desgracias y a enfatizar nuestros logros. 

Teniendo en cuenta todo lo anterior, creo que podemos definir a la poesía como un elemento más de nuestra vida, el cual tiene como misión producir algún efecto en nosotros, como las 33 pastillas de Gloria (Fuertes).






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